jueves, 30 de junio de 2016

Lifomanía en reuniones


¿Alguna lifómana o lifómono en la sala? 


Tranquilos, que cuando digo “lifómananía” no me refiero a ninguna particularidad sexual, sino a una persona que aplica sistemáticamente el método LIFO de priorización de tareas.

Aclaro. Se trata de aquella persona que se deja arrastrar por la dinámica organizativa de dar prioridad a lo último que llega a su bandeja de entrada mental o física:  Last In. First Out .

Lo último que les llega, es aquello que iniciarán en primer lugar, como si de un resorte se tratara y sin pensar si dedicarse a ella es lo más efectivo…Les llama alguien pidiéndoles un informe. Dejan lo que estaban haciendo antes de la llamada y se precipitan a redactar el documento solicitado…

Este sistema resulta adecuado para lavar platos a mano, donde la lógica dicta que el último plato apilado, debe ser el primero en ser lavado, pero no tiene sentido en otros ámbitos.

En las reuniones, también encontramos verdaderos lifómanos, incapaces de centrar y desarrollar estructuradamente un orden del día y modificándolo en función de “lo último que ha pasado”. Propagan esta manera de concebir las reuniones, basadas en la cultura del “¿a que no sabes la última?”.

Cuántas veces se comenta la más reciente conversación con un cliente, la cual objetivamente no merecería tal atención y olvidan otras conversaciones que pueden ser más interesantes para compartir con los asistentes (en reuniones sin preparación, se da muy a menudo)

Antes de incluir en una reunión eso último que nos ha llegado, deberíamos preguntarnos si merece la pena que ocupe un espacio en nuestra reunión o si interesa a todos los que participan en la misma.

Aprovecho para compartir que, a mi parecer, una de las vacunas más eficaces contra la lifomanía en general, es GTD, aunque no voy a hablar del tema pues hay muchos especialistas que lo dominan, como José Miguel Bolivar  y Jeroen Sangers.