miércoles, 22 de febrero de 2012

De eso hablaremos más tarde

Ahora "no toca"

El español siempre lo sabe todo. Y si de algo no sabe nada, dice: "de esto hablaremos más adelante". José Luis López Aranguren

Por ese motivo, esa frase en una reunión, nunca deja al moderador ileso. Somos desconfiados por naturaleza (o no?), de manera que muchos creemos intuir cosas del tipo:

  • no sabe lo suficiente del tema (o incluso en el caso de que se haya granjeado a pulso el amor y respeto de su equipo…“no tiene ni zorra idea"
  • no nos quiere informar, es un carcelero de la información,
  • no le interesa hablarlo ahora,
  • le da miedo abordar el tema
  • nunca escucha a “X” cuando propone cosas, lo ningunea…seguro que si lo propone otro, le hubiera dejado hablar
Premio! Con una frase aparentemente inofensiva hemos conseguido erguirnos como: incompetentes, opacos, manipuladores, cobardes y parciales.

Sin olvidar que se produce a menudo esa solidaridad de “pues a mí me interesa más eso, que lo que el moderador pretende tratar en esta reunión…

También está el hecho de que como sabemos que generalmente es una frase hueca para barrer ese tema y tenemos la certeza de que “después” no se hablará, los participantes interesados no cejarán en su empeño de “colarte el tema” a lo largo de toda la reunión. Como gimnasia mental no está mal, pero en una reunión el moderador tiene que estar pendiente de tantas cosas, que este efecto distractor sobra.

Para evitar estas situaciones, hay que instalar un hábito en las reuniones:

  • Cualquier cosa que preocupe a tu equipo te la pueden plantear (sólo faltaría!).
  • Pero, excepto si es un “tema-fuego!”, debería previamente informarte, para que tú puedas introducirlo en el punto del orden del día que convenga en la próxima reunión o si es el caso, tratarlo por otra vía que te parezca más adecuada.
Así, evitamos situaciones que deterioran el ambiente de las reuniones y al mismo tiempo le dedicamos a cada punto (incluido el propuesto) el tiempo que realmente requiere.

jueves, 9 de febrero de 2012

No olvidemos las personas

Los que consiguen los resultados son las personas

La crisis está provocando en algunas empresa una clara obsesión hacia los resultados, olvidando las personas que “necesitan” para conseguirlos… En las reuniones se puede apreciar este “desenfoque”.

Para ellas rescato un antiguo experimento que llevó a cabo Elton Mayo y que llamó “el Efecto Hawthorne” en una fábrica, para medir la productividad de las trabajadoras.

Estudió la iluminación habitual y la aumentó. Se observó que la productividad aumentaba. Volvió a repetir el proceso y la productividad volvió a incrementarse. Una vez más la aumentaron y la productividad siguió creciendo. Entonces, decidieron rebajar el grado de iluminación y lo curioso fue que la producción siguió aumentando; siguieron bajando la luz y la productividad seguía en ascenso. La conclusión (simplificando) fue que las trabajadoras no respondían a los cambios de iluminación, sino que reaccionaban a que sabían que alguien les prestaba atención.

Saber que la empresa “te tiene en cuenta” (y no sólo te vigila), incrementa la productividad.