domingo, 27 de febrero de 2011

Historia del cocodrilo



Haciendo ver que escucho...

Estos días, leyendo el libro de Jeroni Benavides “Papá, quiero ser un empresario de éxito”, me ha devuelto a la memoria una historia que tenía olvidada y que me encanta haber rescatado: es la Historia de un cocodrilo.

Aparece en el libro “La qualité avec le sourire” de René Droin y es la siguiente:

La escena transcurre en un prestigioso centro psiquiátrico. El brillante profesor hace su diario recorrido por las salas. Un nuevo paciente ha llegado la víspera.

- ¡Buenos días! Veo por su historial que es el paciente ideal para nosotros: estamos especializados para tratar su caso y perfectamente equipados para curarle. ¿Qué tal se encuentra?
- ¡Ay doctor!, estoy muy contento de estar en su clínica y me siento bien atendido. Pero, mire usted, he dormido muy mal. Hay un cocodrilo debajo de mi cama que hace un ruido horrible.
¡Diablos!, el pobre está realmente perturbado, piensa el profesor.
- ¡Vamos!, confíe en nosotros, todo va a arreglarse. ¡Hasta mañana!
Al día siguiente:
- ¡Ay doctor! Me alegro mucho de volver a verle. Estoy un poco mejor, pero sufro terriblemente de insomnio. Este cocodrilo es terrible. Le castañetean los dientes, ronca, rasca las uñas… ¡No he podido pegar ojo!
¡Vaya!, ¡Decididamente, seguimos igual!
- No se inquiete, amigo mío. En un par de días como mucho, todo estará arreglado definitivamente.
Dos días después, la misma escena. En este caso, el médico se va ha pensado a qué colega psiquiatra podía confiarle ese fantástico caso de alucinación.
Pasan otros dos días. El médico mientras se pone la bata silbando, pregunta a una enfermera:
- ¿Y el loco del cocodrilo, dónde está, por favor?
- Lo siento mucho, doctor. El cocodrilo se lo ha comido esta noche.

Me hace pensar en todas aquellas veces en que “oímos” sin escuchar a los participantes en reuniones, diciendo aquello de “muy interesante”, “me lo estudiaré”, pero sin prestarle ninguna atención real…

jueves, 17 de febrero de 2011

Síntesis y Reuniones


Uso de las síntesis parciales en las reuniones

A veces en plena reunión, tenemos la sensación de que ya no se avanza. Estamos en la fase de discusión y análisis de la información y ésta se alarga. El grupo pueden empezar a tener la sensación de estar en una espiral sin salida … y el desánimo se instala.

Es el momento adecuado para que el moderador (o uno de los participantes si el primero es pasivo) decida hacer una síntesis, que permitirá al grupo:

• tomar conciencia del trabajo efectuado,
• de los avances realizados,
• descartar y priorizar información, ideas…
• acercarse a la decisión o conclusión final
• y, en su caso (realmente cuando no hay salida!!!), de aislar las cuestiones que se han quedado pendientes de solución y que convendrá aplazar a una reunión posterior (marcando la fecha!)

¿Cómo debe ser la síntesis?

. Estructurada
. Clara
. Objetiva y neutral ya que la síntesis no es un comentario sobre la reunión, sino un reflejo fiel de las ideas manifestadas en ella o una descripción objetiva de la situación.

. Y sobre todo : breve (hay personas capaces de hacer una síntesis que dure más que la reunión que pretende resumir!!!)

miércoles, 9 de febrero de 2011

Reuniones y contrato emocional


Explorando el contrato emocional

Cuando trabajamos en una organización nos vinculan a la misma dos contratos: uno puramente laboral y otro emocional.

Mientras que el primero sufre pocas variaciones, el segundo, se dibuja y desdibuja con el paso del tiempo.

La falta de respeto del contrato emocional puede provocar consecuencias irreparables. Actualmente, debido a la crisis, quizás las personas optan menos por cambiar de empresa, pero el profesional, mentalmente, deja de formar parte de la misma... y eso es tanto o más grave

Lo complicado del tema es que a veces desconocemos los detalles de esos contratos emocionales, de manera que es muy fácil saltarse sin saberlo, alguna clàusula que afecte la esencia del mismo. Es imprescindible conocer mejor a sus colaboradores y darles la oportunidad de que expresen el contenido de esos contratos (sus expectativas, aquello que valoran en el trato o aquello que consideran inaceptable...). Reuniones bilaterales de exploración de contratos emocionales son imprescindibles.

Sin olvidar que las reuniones de trabajo son uno de los entornos en que se refuerza o se rescinde ese contrato.