lunes, 29 de noviembre de 2010

Reunión de expertos


Reunión para expertos pero no para afectados...

Una de las tendencias a la hora de hacer frente a los problemas es reunir a los “expertos” en el tema para encontrar una solución.
Sin embargo, demasiado a menudo en esa reunión nos olvidamos de convocar a los demás interesados y especialmente, los directamente afectados. Esta manera de actuar conlleva dos consecuencias peligrosas:
  • La falta de información para el análisis objetivo y sobre todo práctico del problema

  • La futura falta de implicación de los que deberán poner en práctica “la solución impuesta” sin haber sido escuchados.

¿Cómo podemos persuadir a nuestros equipos de que si no son parte de la solución, son parte del problema, si los dejamos de lado a la hora de analizar los problemas para buscar las mejores soluciones?.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Pesimista en las reuniones

“Un pesimista es aquel que cuando huele flores, se gira buscando el ataúd”

Me encanta esta definición y últimamente me he encontrado con varias personas que responden perfectamente a esta definición.

Independientemente de que a veces comparta la visión crítica que los trabajadores tienen de su empresa, en ocasiones la lectura que algunos hacen de determinados hechos no deja de sorprenderme…
Hace poco en un curso en el que la empresa preparó para la pausa-café unas bandejas con pastas y mini-bocadillos, un participante comentó a la vista de tales tentaciones gastronómicas: “nos quieren comprar”…
¿Imagináis qué debe suponer trabajar 8 horas al día al lado de una persona que ve el mundo así? Debería contemplarse como una causa de baja laboral!

Sinceramente, a parte de que en mi opinión, el precio sería realmente ofensivo, me sorprendió la seguridad con la que interpretaba un simple detalle por parte de la empresa como un ataque más.

Yo no me considero una persona positiva por naturaleza (aunque nadie me cree cuando lo digo!) ya que mi lado “peliculero” me lleva a ver peligros y fatales desenlaces donde las posibilidades de que así ocurra son mínimas. Pero una cosa es la naturaleza y la otra el ejercicio casi obligado de buscar el lado o enfoque positivo que a diario me planteo.

No somos conscientes de hasta qué punto e incluso sin querer, influimos en las visiones ajenas. Contagiar la percepción negativa de todos los gestos que nos envuelven, a parte de acercarnos a la paranoia, me parece una irresponsabilidad.
Y si encima utilizamos una reunión como vehículo para trasladar esa visión, ya es de juzgado de guardia!.

martes, 2 de noviembre de 2010

Explicaciones tranquilizadoras en reuniones


No es culpa mía!!!

“No conseguí entrar en el equipo de ajedrez por culpa de mi altura” caricatura muy gráfica de lo que son las explicaciones tranquilizadoras.
Son aquellas donde me declaro inocente (“a mí, que me registren!”) y traslado la responsabilidad en factores externos a mí. Son explicaciones que no resuelven nada, el problema continúa existiendo.

“No te contesté porque no funcionaba internet”, no dista mucho de la frase de Woody Allen del inicio. Ninguna de las dos asume la responsabilidad de haber podido buscar o crear una vía diferente.

En las reuniones debemos evitar que se manejen este tipo de explicaciones cuando analizamos cualquier situación. Si no, entramos en el baile de las auto-justificaciones. Y para ello, el primero que se debe negar a bailar es el propio moderador.